En el contexto Umbanda los conceptos de invocación de espíritus y de mediumnidad, propios del espiritismo kardeciano han sido fuertemente reelaborados.
La doctrina umbandista afirma que no sólo los espíritus de los muertos (que como ya dijimos por lo general son de esclavos negros o indígenas), sino que también los orixás pueden descender sobre los médiums, a los que se denomina "cavalo do santo".
El cavalo do santo incorpora al orixá como respuesta a las invocaciones que se realizan en forma de cánticos o bailes (puntos riscados) dentro del ritual umbanda.
Un mismo "cavalo" puede recibir o mediatizar varias entidades distintas sucesivamente, aunque generalmente no de modo simultáneo. El pai o babalorixa es el responsable de identificar al orixá que se manifiesta e interpretar su mensaje.
Corriente Mediumnica:
Cuando hablamos de corriente mediunica, nos referimos primordialmente a los hijos de religión, hermanos /e hijos de fe. Para lograr tener una buena corriente mediunica, todo hijo de Umbanda como tal debe ser aplicado en su comportamiento, para así poder seguir el camino de esta religión tan hermosa, y poder llevar bien en alto la bandera de nuestra Umbanda. Para que una corriente mediunica sea efectiva, cada integrante debe estar óptimamente concentrado, libres de pensamientos mezquinos o superfluos, mantenerse unida en objetivos comunes y liberada de las miserias terrenales. Solo la excelencia en la concentración y la energía que emana del amor hacia los Guías Espirituales y al prójimo, dará una corriente fuerte en vibraciones, donde los espíritus de luz se regocijen en llegar. El adepto que integra la corriente mediunica dentro de una sesión, y que esta dispuesto a compartir su materia con un guía espiritual, además de haber realizado los rituales previos, tiene que dejar de lado los problemas terrenales y concentrarse en la misión a cumplir. Como además no es importante la ropa que vista, la pomposidad o simpleza de un atuendo no habrá de influir en la sabiduría del espíritu que convoque. Dios único creador, Zambí, recibe a todos los seres en su presencia, sin importarle raza o condición social. Para llegar a el no necesitamos las cosas materiales por las que luchamos y padecemos día a día. Vale entonces que un buen creyente sepa condicionar las ambiciones en la exacta medida de las propias posibilidades. Jamás subestimarse, pero tampoco colocarse en la posición de desear lo imposible. Ni el dinero ni el poder convierten a los aspirantes en buenos médium, ni los atuendos más lujosos los convertirán en mejores religiosos. No es por casualidad que todo hijo de Umbanda ha sido elegido para servir como instrumento de Dios. Un verdadero creyente y servidor de nuestra religión, debe de estar siempre atento, trabajar duro para vencer las dificultades y confiar en sus guías espirituales. Podrá balancear y trastabillar muchas veces, pero jamás lo dejaran caer, por ende es muy común escuchar en el ámbito religioso decir: ¡Filio de Umbanda balanza mas no cae! Un hijo demostrara con el ejemplo personal, la verdad de la Umbanda, la riqueza espiritual que va adquiriendo, ser cada día más humilde y caritativo; la caridad, la responsabilidad y el compromiso deben ser las señales visibles con que se lo identifique como un buen hijo de Umbanda. No en vano decimos que el verdadero culto a Dios, consiste en hacer el bien en nombre de nuestros Guías Espirituales, amar y alentar a los buenos a seguir por el buen camino, alimentar y alentar a los flacos de espíritu, para que puedan vencer sus dudas y temores, ante la vida misma y el camino religioso. Debemos tener paciencia, contemplación y sabiduría con aquellos que demuestran sentimientos de soberbia, odio y/o envidia, y tratar de hacer que destierren esos sentimientos, los cuales no les permitirán evolucionar como ser humano ni como religioso. El médium o hijo de fe, aprende escuchando atentamente y con respeto todo lo que sus mayores y/o su Pae o Mae de Santo les enseña, respetando las jerarquías de sus Directores Espirituales, las cuales han sido ganadas mediante esfuerzo, sacrificio, renunciamientos y de conducirse como se debe dentro de su carrera religiosa. Todo hijo de Umbanda que confía en sus Guías Espirituales y lo hace sin falsedades, recibe de ellos una fuerza y claridad interna que le permitirá sortear los contratiempos y sucesos de la vida, con total paz espiritual. Cuando la vida nos sonríe tenemos la total certeza de que nuestros Guías Espirituales están junto a nosotros, pero en los duros momentos o días difíciles que nos tocan vivir, ahí es cuando debemos aumentar esa fe, la actitud con que se debe encarar la vida depende y dependerá de nuestra fe. Los fundamentos de cada casa, provienen de sus Guías Espirituales y deben ser realizados y respetados por todos los integrantes. Es importante que todos los integrantes del templo, se informen y conozcan en profundidad sus rituales y no critiquen las variaciones, sin antes haberse informado correctamente. Un religioso debe mantener una amplia y abierta actitud hacia el conocimiento. Las palabras actúan y movilizan, la riqueza y la pobreza espiritual de todo ser humano y pronunciadas en los momentos oportunos, induce a la ley de acción y reacción (Ley de Karma). Todo ser humano cuenta con el derecho del libre albedrío, pero debe reconocer y asumir las consecuencias que deriven de sus acciones y comportamiento. El caudal de información que llega a cada adepto debe ser por él escuchada, analizada, para sacar su propia conclusión y así poder junto a los Guías seguir aprendiendo ya que no es misión de los Guías Espirituales imponer una practica religiosa sino ayudar a cada adepto a que sienta en mente, cuerpo y corazón la verdadera función de la religión que como misión principal tiene la de ayudar a la elevación espiritual de cada ser ya sea encarnado y desencarnado.
El médium de Umbanda:
Ser, un médium de Umbanda, es ser un vínculo entre los espíritus de Caboclos, Pretos Velhos, Crianzas y de otras Entidades, con el fin de dar caridad y asistencia espiritual a nuestros semejantes, y por consecuencia ayudar a nuestros Guías Espirituales como a nosotros mismos para una más rápida elevación espiritual. Es por eso que se debe cuidar este don, debemos estudiar muy bien cada manifestación mediúmnica. Cualquier Terreiro, sea grande o pequeño, debe tener una orientación segura, saber que se está trabajando y trasmitiendo un camino cierto para no permitir ni el mal uso, ni el abuso de toda manifestación mediúmnica. Debemos recordar, que los enemigos existen tanto en el plano físico como en el plano astral, muchos quiumbas o espíritus obsesores, andan por el espacio, dispuestos siempre a perturbar o dañar a tantos desprevenidos. La sensibilidad del médium, hace que este perciba la aproximación de un espíritu y su irradiación, como una fuerza superior, es por eso, que un médium de Umbanda debe tener un alto grado de moral y una buena preparación física-mental, para evitar los encostamientos de estos espíritus perturbadores. Es por eso que cuando alguien siente eso de alguna manera, que comienza a desarrollar, alguna manifestación mediúmnica debe recurrir a algún Terreiro o Sacerdote serio, responsable y con una muy buena doctrina religiosa, para que lo guíe y lo aconseje de la mejor manera, para caminar ese don especial que nos ha dado Dios. Umbanda es una religión pujante y de progreso con un alto estudio científico-religioso, que con el pasar del tiempo, ya no es tan menospreciada ni tan incomprendida. Umbanda es una religión donde no existe clase social, pues llega a todos sin distinción de razas, credos o posición social, en un contacto directo, en donde tanto los médiums como las Entidades Espirituales en la que en ella trabajan, escuchan, aconsejan y ayudan al desorientado, al perturbado, al enfermo, tanto sea de cuerpo como de espíritu.
Umbanda es una religión que actúa directamente, sobre la persona, buscando su perfección espiritual, es por eso la función del médium de Umbanda, ya sea Sacerdote, como los hijos de santo, es la de ayudar para la perfección espiritual, que solo podrá lograrse a través del entendimiento, comprensión y dialogo abierto y sincero, pensando nada más en lo que verdaderamente nos interesa a todos, el bien, el progreso y el amor. Dentro de las diferentes mediumnidades, el médium Umbandista es considerado médium anímico, llamándosele también cavalho, que es la creencia en la cual se piensa, que el espíritu monta al médium. El cuerpo humano tiene 28 centros de fuerza o mediumnicos, de los 28 centros hay 7 que son los principales, que son los receptivos. Por siglos lo orientales sabían de estos centros practicando con ellos curaciones físicas y espirituales, con el pasar del tiempo se fue perfeccionando tanto en las religiones orientales como en las occidentales que recién se les prestó atención y estudio a principio del siglo XX. En los Cruzamientos de Umbanda los adeptos observan que el Jefe del Terreiro trabaja con pemba, miel, aceite de dende y orí sobre la cabeza, frente, nuca, cuello, pecho, manos y pies sin saber cual es el objeto o el propósito de ese ritual y hay algunos Jefes de Terreiros (Caciques) que lo hacen sin tener la menor idea del significado, esto se debe a la falta de estudio.El cuerpo humano es como una batería cargada de energía, de la cual fluyen constantemente corrientes eléctricas en sentido de polos opuestos, cuando la persona adquiere el conocimiento mediúmnico, está abriendo su cuerpo (sus centros de fuerza) y recibiendo la energía astral, de los Guías que se incorporan o encostan, el médium necesita entonces descargar esa energía acumulada, esto se logra por medio de pases magnéticos, sobre otra persona en la sesiones de caridad, de esa manera las energías astrales acumuladas en la materia, se liberan haciendo una descarga en el médium y penetrando en el consultante y actuando sobre el mismo, logrando el alivio y bienestar, si el médium no tuviese forma de descargar esa energía acumulada, causada por hacer llegar al Guía por mero gusto, por soberbia o negligencia; la acarrearía serios problemas físicos y mentales; corriendo el peligro su integridad física y espiritual, quedando a la merced de miles de espíritus perturbadores u obsesores que lo atacarían llevando al médium inexorablemente a la ruina, a la locura o a la muerte. Gran parte de las personas internadas en los centro psiquiátricos es debido a está perturbación, por el mal manejo de su mediumnidad o por infinidades de ejemplos, practicas de magia negra o el más común el famoso juego de la “copa” que al hacer inconscientemente este tipo de invocación, las energías astrales se ponen en movimiento, atrayendo a innumerables espíritus al recinto, como se trabaja en el plano astral bajo lo único que se consigue atraer, son espíritus de personas sufrientes, de asesinos, espíritus malignos, incorporándose o encostándose en dichas personas, causando los efectos nefastos arriba descriptos.
Otro peligroso ejemplo del mal uso de la mediumnidad, se da cuando el médium decide por si solo y sin la correspondiente dirección del Jefe del Terreiro, trabajar en su casa, o en lugares no preparados para el ritual, intentando incorporar, creyendo el médium que incorpora a sus Guías, sino que está tomando espíritus elementales (de pensamientos bajos, quiumbas, obsesores, perturbadores y todo tipo de espíritus errantes) haciéndose pasar por espíritus de muy alta vibración como son los Caboclos, Pretos Velhos, Orisás, etc, llevándolo al fin y al cabo sin poder evitarlo al atraso materias, físico y psíquico, desequilibrándolo totalmente, prácticamente sin remedio, es por eso que se encuentran muchas personas que dicen ser Pai o Mae de Santos, no siendo así, sino que son victimas de sus propia soberbia, ambición y egoísmo, arrastrando a quienes los siguen a esa misma condición. Por eso el médium debe buscar el camino para desarrollar su potencial mediúmnico y perfeccionarlo en vías de su progreso espiritual.
La mediumnidad es una facultad. Por facultad se entiende una predisposición que puede o no ser utilizada. La mediumnidad, sin embargo, existe en una conformación orgánica que puede manifestarse de decenas a centenas de modos,mereciendo cada uno de ellos sus particulares consideraciones. Considere la mediumnidad como una facultad esencialmente benéfica, siempre que estuviera orientada por el buen sentido.
No olvide que la mente es una fuerza poderosísima, capaz de generar innumerables fenómenos que, aún así, ni alcanzan para caracterizar el hecho mediúmnico ni, mucho menos, logran (independientemente de si bien o mal utilizados), erosionar el pedestal del Espíritu. En vista de esto, resguárdese de la provocación de fenómenos, cualesquiera que sean, si desea tener un intercambio saludable con el “otro lado” asegurado.
Resguárdese en la meditación y en los buenos procedimientos, considerando que la Tierra, como médium de la vida, trae a la luz del Sol el fruto que sacia el hambre de la humanidad: nada de esto puede ser hecho con prisa.
Transmitir comunicaciones mediúmnicas instructivas, depende de la disposición moral en que cada uno se encuentre. El médium consciente, es un delicadísimo receptor de ondas provenientes de otras fajas de la vida.
Existen médiums diversos; nadie puede reproducir idénticamente la realidad de otro: las facultades jamás se repiten exactamente pudiendo, cuanto mucho, ser semejantes.
Convénzase de que todos podemos realizar algo en beneficio del prójimo. No se subestime y no se sobrevalúe. Usted, simplemente, es usted. Nadie más. Es una pieza dentro de un engranaje.
Para finalizar, apártese de las masas mediúmnicas en el que se propague el elogio fácil y desconfíe de aquellos que ahorren todas las verdades y sean complacientes con todas susdistorsiones: no agreda nunca, pero jamás sea vehículo de las palabras irresponsables que destruyen. Lamente los errores, pero no se mortifique excesivamente en ellos. Considere que es urgente que nos afirmemos sobre nuestras piernas, aplicando al trabajo las manos cansadas. No viva de comparaciones: trabaje. No converse en exceso: perdone y trabaje.
Los fenómenos mediúmnicos pueden ser de dos tipos: fenómenos objetivos, en los cuales hay influencia del espíritu en el plano material y fenómenos subjetivos, es la interferencia del espíritu a través de la psiquis.
Son modalidades de fenómenos objetivos, o de efectos físicos, entre otras, las siguientes:
Materialización: apariciones fluídicas o tangibles.
Tipología: producción de ruidos, golpes o raps.
Bilocación:manifestación de una persona en dos lugares simultáneamente.
Voz directa:manifestación de voces, silbidos o cánticos sin incorporación del agente mediúmnico.
Curas (sanación):efectos físicos en las cirugías mediúmnicas y curas magnéticas por imposición de manos o por oración.
Transfiguración:el espíritu comunicante modifica el aspecto o la apariencia del médium.
Entre las varias modalidades de fenómenos subjetivos, pueden ser citadas las siguientes:
Incorporación: cuando el médium es poseído por los espíritus.
Videncia:es la facultad de ver o identificar espíritus
Presentimiento o premonición: conocimiento de hechos que ocurrirán en el futuro, profecías y adivinaciones.
Intuición:cuando los espíritus se comunican a través del pensamiento.
La magia umbandista
Los ritos en el umbandismo tienen como propósito movilizar las fuerzas evocadas en ellos, y que pueden ser tanto orixás como espíritus de indígenas o esclavos, o las mismas fuerzas ocultas de la naturaleza, sean del campo psíquico o de la polivalente área de las "vibraciones".
Con este fin se realizan ritos diversos, a los que se denomina genéricamente "trabajos": los despachos, las defumaciones, los sacrificios y la confección de amuletos, las bebidas, la consulta de los buzios y el uso de velas, cintas de seda, y uniformes diversos.
El objeto del rito mágico puede ser diverso según el rito de que se trate:
La fe en la reencarnación
La fe umbandista sostiene firmemente la posibilidad de la reencarnación del alma en vidas terrenales sucesivas, proceso que seguiría la conocida "ley del karma": la vida presente es consecuencia de las vidas pasadas y organiza desde ya las vidas futuras.
Estas afirmaciones, que distinguen al umbandismo entre otros sistemas de creencias de origen africano, son claramente una herencia del pensamiento oriental que el umbandismo recibió a través de su vertiente ocultista merced al proceso de "asimilación por similitudes", partiendo de la creencia de los amerindios y algunas tribus africanas respecto a la permanencia de las almas de los muertos en el mundo de los vivos.
Esta reencarnación tendría en este caso, un triple propósito:
Para poder seguir evolucionando en la próxima encarnación, el individuo debería liberarse de los residuos de las vidas anteriores, evitando el egoísmo y practicando la caridad.
Umbanda o magia blanca Procura un efecto preciso considerado como "bueno", tal como puede ser la cura de una dolencia, la obtención de un trabajo o la anulación de un fetiche.
Quimbanda o magia negra Procura la obtención segura de un efecto considerado como "malo", en general se trata de trabajos para forzar o torcer la voluntad de terceros.
* La reparación de errores o faltas cometidas en una existencia anterior.
* La evolución o progreso espiritual.
* El desempeño de misiones importantes.